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viernes, 27 de mayo de 2011

Curso de bonsai - Poda de raíces

eSi dejamos de regar un par de días antes del transplante nos va a resultar más fácil realizarlo. Trate de hacerlo en un día nublado y fresco. Con un cuchillo sin filo tratamos de despegar las raíces del borde del cuenco insertándolo hasta el fondo y dando toda la vuelta a su perímetro.
Tomamos el árbol con mucho cuidado por el tronco, lo levantamos y lo dejamos por unos minutos en un lugar sombreado y fresco mientras lavamos y secamos el cuenco del cuál lo sacamos. Le ponemos a este una nueva y pequeña malla de mosquitero para tapar los agüjeros de drenaje (lo ideal es anclarla con alambre de aluminio) y le ponemos una capa de substrato nuevo en el fondo formando un pequeño montículo donde luego vamos a apoyar el árbol.
Volviendo a este, puede que nos encontremos con mucho substrato visible en el perímetro y pocas raíces expuestas; de ser así lo mejor que podemos hacer es no tocar nada y volver a introducir el árbol en el cuenco, una vez hecho esto presionar en los bordes para compensar el despegue que hicimos con el cuchillo. Esto viene a cuento de que si no lo presionamos el agua de los próximos riegos se va a
scurrir por el borde y no va a mojar todo el substrato.
La otra posibilidad es encontrarnos con muchas raíces que enmarañadas circulen por todo el borde (y el fondo) y no dejen prácticamente nada de substrato visible. Aquí es donde es menester meter manos a la obra con el riesgo que nos echen de casa al ver la mugre que estamos haciendo. Por eso además, recomiendo la mayor prolijidad posible.
Apoye el capellón en una superficie lisa y con un palito con punta (una birome vieja puede servir) vaya desenredando las raíces perimetrales insertando el palillo cerca del borde y palanqueando hacia afuera. Una vez recorrido todo el perímetro repita la operación acercándose un poco más hacia el tronco (1cm). Luego desenrede las raíces del fondo del capellón. La idea de esto es ir peinando las raíces para liberarlas de substrato y poder ver de esta forma si hay raíces suficientes cercanas al tronco. Cuando tenemos ya libre de substrato un capellón que visualmente pueda ingresar en el cuenco dejando un par de centímetros libres en todo el perímetro podemos con una tijera bien afilada cortar las raíces sobrantes del terrón, tratando de que los cortes en las raíces más gruesas queden hacia abajo.
Luego de este corte podemos ir adentrándonos más en nuestro escarbe hacia las proximidades del tronco (1 ó 2 cm nada más y siempre con mucho cuidado), dejando mas raíces visibles, que en este caso no cortaremos y dejando mas lugar
libre para introducir nuevo substrato. Luego apoyamos el árbol dentro del cuenco y lo vamos llenando ayudándonos con un palillo para ir introduciéndolo entre las raíces y presionando levemente para no dejar demasiado aire. Una vez completado el rellenado del cuenco lo regamos con agua que contenga hormona antishock, pulverizamos sus hojas(de tenerlas) y lo ponemos en un lugar luminoso pero donde no reciba los rayos directos del sol durante 10 o 15 días. Después lo iremos acostumbrando al sol y lo iremos llevando de a poco a su lugar definitivo. Tampoco lo fertilizaremos por 30 días.

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